Amamos nuestras joyas, no cabe duda que realzan nuestro outfit y nos ayudan a marcar nuestro estilo. Para muchas chicas son como parte inherente del cuerpo. ¿Nunca han escuchado decir "si no llevo puestos mis aretes, siento como si algo me faltara, como si estuviera desnuda"?
Esa es la importancia de las joyas en nuestras vidas; sin embargo, debemos tener en cuenta que son piezas muy delicadas, que deben ser cuidadas de la mejor manera si queremos que nos acompañen el mayor tiempo posible.
El uso inadecuado, la exposición a ciertas sustancias o incluso factores ambientales y biológicos podrían encargarse de arruinar nuestras joyas. En el caso puntual de las piezas de acero inoxidable, estos son los cuidados que deberíamos seguir.
- No exponerlas a químicos fuertes como perfumes, cremas, shampoos, jabones, etc.
- Retirárselas al hacer deporte, el sudor puede opacarlas.
- El agua de mar puede dañar el enchape, de igual manera, el cloro de las piscinas. Lo recomendable en ambos casos es no ingresar con ellas.
- Guardarlas siempre en su empaque o, de lo contrario, en un joyero donde no estén expuestas al ambiente.
- Evitar golpearlas o jalarlas bruscamente.
- Tener en cuenta que la resistencia del enchape de la joya también dependerá del pH de cada persona.